El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció ayer un nuevo paquete de medidas por decreto para los productores agrícolas, en el que destaca la reedición de un régimen especial para la liquidación de exportaciones. Luego del dólar soja 1 y 2, desde Hacienda presentaron el “Dólar Agro”, que fija en $300 el valor de cada dólar que se obtenga por las ventas al exterior de soja y derivados en los próximos 45 días. Asimismo, las economías regionales gozarán del beneficio, pero en este caso estará en vigencia los siguientes cinco meses.
Junto a este anuncio, el gabinete económico presentó una serie de paliativos para los productores en el marco de lo que denominó la mayor sequía en los últimos cien años: por decreto se automatizarán los beneficios fiscales y de ayuda por emergencia. Además, parte de los ingresos por las exportaciones se volcarán a créditos para los sectores damnificados de cara a la próxima campaña.
Mientras que en el caso de la soja no habrá condiciones para acceder al dólar a $300, las economías regionales deberán adecuarse a ciertos preceptos para aplicar: participar en programas de precios, garantizar el abastecimiento del mercado interno y no reducir el nivel de empleo. Se busca con esto evitar que los precios internacionales incrementen aún más la inflación.
Un tercer decreto que complementa a los anteriores muestra el objetivo final del ministro Massa de engordar las reservas lo antes posible: aquellos que no liquiden los dólares exportados (se calculan más de U$D3700 millones) verán sus CUIT suspendidos luego del plazo fijado tanto para la soja como para el resto de la economía. A esa sanción se agrega la prohibición de participar del mercado de cambios.
En términos económicos, la medida implica una mejora del 42% en los ingresos por liquidación de exportaciones para los productores. Otros sectores de la cadena agrícola que utilizan la soja como insumo, carnes, huevos o lácteos, mencionaron el peligro que implica ese número: estiman que el aumento de los precios se trasladará a sus costos.
Con estas medidas el gobierno planea obtener en los próximos meses U$D5000 millones de la soja y U$D4000 del resto de las economías regionales para engordar las reservas del Banco Central, controlar el valor de los dólares financieros y poder seguir cumpliendo con las metas que el FMI exige, algo que se ha convertido en una verde obsesión para Massa y compañía.
Adrián Rodriguez