Luego que las acciones y bonos en dólares tuvieran sus peores caídas mensuales del año en noviembre, el jueves y viernes rebotaron más de un 9% en Wall Street. En las dos primeras ruedas de diciembre los activos argentinos subieron en todos los segmentos, el Mercado de Valores (Merval) subió en la última jornada de la semana un 2,68% y el Riesgo País bajó 80 puntos entre el lunes y el viernes y cerró en 1818.
Claramente las señales del gobierno de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en acuerdo y con el consenso de la oposición y la CGT, jugaron a favor de los activos argentinos.
La economía argentina viene alternando buenas y malas en los mercados de valores y en la macroeconomía. Los primeros veinte días de noviembre fueron en alza para los títulos argentinos en Nueva York, pero se dilapidaron y hundieron en las últimas 9 ruedas financieras del mes pasado. A su vez, mientras las reservas del Banco Central en noviembre tuvieron la baja mensual más fuerte del año (perdió US$ 1.267 millones); la actividad económica se recuperó de la caída del 9% de 2020 (crecimiento de 11,6% interanual entre los últimos septiembres), la balanza comercial en octubre tuvo su tercer superávit consecutivo, y la actividad industrial recuperó niveles previos a la pandemia (acumula 18,7% de crecimiento entre enero y septiembre de este año).
Hasta que Argentina no selle la renegociación de la deuda con el FMI, los mercados de inversiones preferirán colocar su dinero en otros mercados más seguros y se comportarán volátiles. Sin acuerdo en la reestructuración de deuda, los compromisos de pagos con acreedores de deuda entre el FMI, los bonistas y el Club de París suman unos US$ 7.600 millones para los próximos meses de verano.
El Fondo difundirá un detalle del informe del préstamo que concedió al gobierno de Mauricio Macri en 2018. Lo hará en la semana del 20 de diciembre cuando se reúne el directorio. Esto sería una nueva señal del avance en la renegociación del ministro de Economía Martín Guzmán con el organismo para refinanciar el pago de una deuda de 44.000 millones con el organismo. El gobierno tiene decidido pagar, está discutiendo los plazos. La gestión de Guzmán aspira de máxima que sea a diez años y que se empiece a pagar recién en 2024.
A todo esto, otro elemento que suma malestar dentro de la coalición oficialista y altera los mercados financieros, es que la vicepresidenta publicó una carta en su página web donde –sin romper con el Frente de Todos-, se desliga de la decisión política del presidente y la oposición de convertir en ley el futuro acuerdo con el FMI. Cristina Fernández se anticipó y parece no estar de acuerdo en el “Plan Plurianual” que presentará próximamente el Poder Legislativo en el Congreso donde, entre otras medidas económicas, van a refrendar el trazo grueso de los acuerdos que vienen negociando con el Fondo.
Del acuerdo que el gobierno viene tejiendo con el FMI no trascendieron mayores detalles. Pero la primera desaprobación la planteó ya la vicepresidenta. Acordar con el FMI y que sea refrendado en el Congreso, le dará volumen político a la medida. Resta saber si la alianza de gobierno resiste un embate de tal magnitud y si el acuerdo con el FMI es sustentable para una Argentina con 40% de su población pobre.
