Finalmente la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) volvió a subir la tasa de interés a un rango entre el 3 y el 3,25%. Y también proyectó una tasa cercana al 4,4% para fines de este año y de 4,6% para finales de 2023. Todas estas medidas preocupan y repercuten en los mercados de valores donde ven temores de una recesión.
Frenar la escalada del aumento de los precios en Estados Unidos es uno objetivos central del gobierno de Joe Biden y, en este sentido la FED subió la referencia de las tasas por tercera vez en el año con el objetivo de frenar el crecimiento de la economía y que moderar la inflación que se estima en 5,4% para este año.
El aumento de tasas sube los tipos de interés de los préstamos para personas y empresas. La desaceleración económica generará mayor desempleo y, obviamente, más pobreza.
Jerome Powell, el titular de FED, dijo en conferencia de prensa que el organismo “hará todo lo posible para cumplir con los objetivos” de frenar la inflación y advirtió que el descenso porcentual de subas de tasas dependerá de cómo evolucionen los datos económicos.
La FED estima un crecimiento casi nulo (0,2%) del PBI estadounidense para este año, bastante menor a la expectativa que tenía hasta hace unos meses. Powell aseguró tener un “fuerte compromiso” para regresar a una inflación del 2% anual en 2025. La FED quiere reducir la inflación pero sin caer en recesión; sin embargo los funcionarios no tienen la certeza de que puedan lograr el objetivo.
Ante esto, los mercados reaccionaron a la baja. Wall Street acumuló ayer una tercera ronda consecutiva de pérdidas. El precio del petróleo cayó casi un 1%. El sector tecnológico del S&P500 bajó más de un 27% en lo que va del año. Las acciones argentinas en WS también cayeron y el riesgo país llagó al máximo del último mes.