La economía argentina genera menos dólares de los que consume. Es, desde hace muchos años, uno de los grandes problemas financieros del país. El nuevo gabinete económico vino a tratar de frenar la sangría de dólares: la primera medida para hacerlo fue -en sintonía con el anterior ministro- agregar restricciones al acceso del dólar oficial a las mayorías de los ahorristas.
El déficit de la balanza cambiaria volvió a ser negativo el julio pasado y amplió su brecha a niveles de noviembre de 2021. Lo que traccionó esta baja fueron los rubros de “pagos de importaciones”, “turismo” y “atesoramiento”. A pesar de las cada vez más restricciones para el acceso y las compras con moneda extranjera, los argentinos siguen importando, viajando al exterior y pudiendo ahorrar.
Las transacciones de la cuenta corriente del balance cambiario tuvieron un déficit de US$ 1.302 millones en julio. La cuenta de turismo, sumado a los pagos con tarjeta de crédito en moneda extranjera, tuvo un negativo de US$757 millones a diferencia de julio del año pasado -que fue de US$ 195 millones-. Cabe aclarar que las fiestas de fin de año y los meses de julio y agosto son donde más se viaja a Europa, y que en 2021 todavía estábamos en pandemia.
Por otra parte, la compra del dólar ahorro aumentó un 63% (fueron US$256 millones netos) respecto de junio, muy probablemente por el cobro del medio aguinaldo.
Las exportadoras de granos no liquidan la totalidad de la cosecha. El sector agropecuario alcanzó un saldo neto a favor de US$2.673 millones, 20% menos que en julio del 2021. Ante esto, el ministerio de Economía ofrecerá una liquidación con un dólar a $200 para las exportaciones de soja. A su vez, el mismo Ministerio cruzó la base de datos y quienes se anotaron para recibir los subsidios en las tarifas de luz y gas no podrán comprar el dólar ahorro.
