China recalentó la guerra comercial: elevó al 84 % sus aranceles a los productos de Estados Unidos. Beijing reaccionó a la suba de gravámenes aplicada por Washington agregando otro 50% a las tarifas que ya regían entre ambos.
Por su parte, la Unión Europea aprobó el primer paquete de aranceles a su aliado norteamericano con un monto del 25%. El bloque continental definió qué importaciones sufrirán gravámenes para responder a los impuestos que Estados Unidos ha determinado para el acero y el aluminio.
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