Durante la semana anterior, observamos mercados sin dirección clara y en rangos estrechos, mientras que los bonos continuaron incrementando sus rendimientos de manera gradual y progresiva. Un aspecto alentador fue la postura inesperadamente hawkish/dura expresada por Lagarde y Knot (BCE) en el Foro Económico Mundial de Davos. Ambos sugirieron que las reducciones en las tasas de interés podrían demorarse hasta el verano (inverno de LATAM).
El surgimiento de una segunda ola inflacionaria, impulsada por aumentos salariales evidenciados en las cifras de inflación de diciembre, se suma a la perspectiva. Además, a partir de junio, podría materializarse una tercera ola de inflación, originada por el encarecimiento de los fletes debido a la inoperatividad del canal de Suez, obligando a rutas más largas alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Este fenómeno ha elevado los costos de transporte de contenedores desde China de aproximadamente $3,000 a alrededor de $7,000.
La Agencia Internacional de la Energía pronosticó una sobreproducción de petróleo en 2024, en gran medida debido al enfriamiento de la economía china. Esto podría traducirse en precios del petróleo en torno a $70/barril (Brent), en contraste con los $80/barril anticipados previamente, beneficiando tanto a los mercados bursátiles como a la economía global. Sin embargo, la sincronización de estos eventos plantea desafíos para el comportamiento de las bolsas, que, a pesar de los esfuerzos por consolidar niveles, continúan sin corregirse.
(Fragmento del análisis de Juan Cintioli para los socios del Club del Inversor Argentino)
23/01/2024