No sin muchas tensiones entre los legisladores del partido gobernante y también con los de la oposición, el Congreso Nacional, aprobará la renegociación del acuerdo que selló en el 2018 el gobierno de Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 57.000 millones de dólares de los que el Estado argentino recibió 44.500.
Luego de largos meses de negociación con el FMI, el acuerdo se sellará pero dejando en el corto plazo a la coalición de gobierno en una ruptura política en unidad de gobierno. Hace unas semanas, al ver el borrador del acuerdo con el FMI, el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, renunció a la presidencia del bloque; cuando lo leyeron otros diputados del FdT llegaron a decir que “levantarán la mano con la nariz tapada”. Del otro lado, la oposición de Juntos por el cambio -también con diferencias con el gobierno y entre sí-, acompañará el proyecto.
El acuerdo de la renegociación de la deuda trae las mismas recetas del FMI de siempre: ajuste fiscal, quita de subsidios, flexibilización de las tasas de interés, recorte en asignaciones sociales, ajuste en las jubilaciones y recorte en beneficios laborales.
Se prevé que el PBI de la Argentina crecerá entre 3,5% y 4,5% para este año. Si se llegara a crecer más de lo esperado (como ocurrió en 2021 donde el PBI creció un 10,3% y se preveía la mitad), lo recaudado no se utilizará para paliar el 40% de pobreza sino para achicar el déficit fiscal y pagar deuda. Si bien la intención del FMI era barrer con todos los subsidios al consumo de energía (doméstico e industrial), habrá una eliminación total del subsidio para las zonas urbanas residenciales, un aumento del costo de los servicios del 40% para “los sectores medios” y una suba del 20% para los barrios más carenciados. En materia laboral se eliminará pronto la doble indemnización por despido y en materia previsional, habrá una “extensión voluntaria” para aquellos trabajadores que estén en edad y con aportes para jubilarse y no elijan hacerlo (la jubilación mínima es de $33.000, poquito más de 150 dólares).
En materia cambiaria la suba del dólar oficial será acompañada con la suba de precios. Más allá de que esto suceda o no, una vez que el acuerdo se sancione en el Congreso y se rubrique con el Fondo, el precio de las divisas internacionales estará más estable: no sólo por el refinanciamiento de la deuda sino también porque esa financiación implicará que el FMI y otros organismos internacionales inyecten unos 6.100 millones de dólares a las reservas del Banco Central. Lo concreto es que desde fines de enero (donde empezó a circular el borrador del acuerdo) a la fecha, las cotizaciones de los dólares no formales han bajado un 10% el blue y el MEP, y un 20% el CCL.